¡¡Qué siembra!!

Pepe Sánchez Pérez. Misionero de retaguardia

Se celebró la misa final de la Jornada Mundial de la Juventud Madrid 2011, con un éxito que catapultará para la siguiente etapa a los jóvenes, que la celebrarán en sus propias diócesis en el 2012. Según el portavoz de la Santa Sede estima que en la misa de clausura de la XXVI JMJ celebrada en Madrid del 16 al 21 de agosto asistieron entre millón y medio y dos millones de personas (Ecclesia 3.584-3585)

Hora de hacer balances. Algunos verán tantas cosas positivas que les faltará ese punto de contraste para mejorar aquello que se puede. Otros solo verán lo negativo, sin percatarse de cuanta riqueza han tenido a su alcance y sin la posibilidad de repetir la experiencia, ya que esta les ha pasado por encima, mientras se fustigaban en balde. Un grupo ha estado intentando meter el dedo y provocar dolor. Pero han sido escasos y su presencia inapreciable en el mundo multicolor de los peregrinos y voluntarios. Lástima que algunos medios le han dado cabida como si fueran miles y sus acciones conformaran una protesta en nombre de millones.

Los miles que sí estaban y se hacían presentes de manera respetuosa, casi siempre, eran los seguidores de Jesucristo. Los fieles de la Iglesia, personas que con la fuerza del Espíritu, en todo momento, apoyaron al santo Padre, y convivieron y sintieron con él su corazón arder. Momentos de recogimiento y de aprendizaje, con las catequesis de los Obispos, por las mañanas; Iglesias llenas de jóvenes, reflexionando, orando… En los actos, de la tarde, se colapsaban los medios de transporte del centro de Madrid. Los movimientos de los peregrinos lo llenaban todo. Las calles no daban abasto, los servicios se quedaban cortos, las pantallas parecían enanas para la mitad, ya que debían quedarse a grandes distancias de las mismas… pero en contadas ocasiones hubo que lamentar sucesos o incidentes menores.

Se acaba también el tiempo del descanso. El mes de septiembre marca el comienzo oficial de la vuelta a los trabajos. Todo debe volver a la normalidad social correspondiente. Esta vuelta para millones de españoles será distinta, ya que podrán aportar nuevas energías, nuevas ideas, crear y ofrecerse, a partir de lo vivido.

Todos somos misioneros, la tarea de llevar el mensaje es de todos. “La misión renueva la Iglesia, refuerza la fe y la identidad cristiana, da nuevo entusiasmo y nuevas motivaciones. ¡¡ La fe se fortalece dándola !!” (Juan Pablo II, Redemptoris missio,2)

Para el 2013 nos cita, Benedicto XVI, en Brasil. Un precioso lema ya lo anuncia: «Id y haced discípulos a todas las naciones!» (cf. Mt 28,19)». Si sugerente era el que hemos tenido, qué decir del que se nos presenta para entonces. Cargad las pilas en vuestras comunidades, insertaos y transmitid cuánto habéis vivido, y sobre todo seguid respondiendo y difundiendo el mensaje de Dios Padre.

Nota: Os dejo el Texto del Santo Padre

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